Al fin, buena comida~ (Privado)

-A si que un vino blanco... me parece bien- dijo parpadeando unas cuantas veces, al parecer a la chica no le hacían problemas en el tema de la edad, quizás no se preocupaban de eso o era porque la chica ya había venido antes, fuera como fuera no importaba, de seguro la chica acertaría de nuevo y con el vino resultaría una combinación estupenda. Si era así mejor seria que dejara de comer y esperara lo ordenado, por lo que dejo los cubiertos al borde del plato y volvió a aclararse la garganta mientras dejaba a la italiana hacer la pregunta. Hubiera respondido que en verdad no tenia mucho que contar sobre ese lugar, pero se trataba de Lovina, así que tenia que responder de una manera mejor, después de todo le había enseñado bastante de su país, tenia que devolver el gesto. Se llevo el indice al labio.

-A ver...- lo pensó un poco mas, aun siendo un lugar no muy interesante no sabia por donde empezar- Pues tampoco es tan grande como otros países, pero es un conjunto de islas... unas cien según se, y solo están habitadas quince. Cada isla es como un pequeño pueblo, en algunas llegan a haber tan solo unas ochenta personas y otras menos de veinte, así que la convivencia es como inevitable- comento riendo un poco, ya haciendo la descripción mas fluida- Yo vivia en Trondra, debíamos ser unos cien nada mas, casi todas las islas se parecen, es algo bastante rural... todo cubierto de campos, atrae una buena cantidad de turistas por eso- miro el plato de nuevo y luego a la chica, regalo otra sonrisa, inconsciente- Eso si, la comida ni se le compara a la de tu país- rió de nuevo- No hay mucho mas que decir, nos conocíamos todos en la isla, cada uno era importante en nuestra pequeña sociedad... era un ambiente cálido, aun para esas islas tan heladas...-comento ligeramente nostálgico, sonriendo menos que antes y con la mirada perdida, recordando.

-Se esforzaron bastante para que estuviera aquí, eso lo agradeceré siempre- volvió a mirarla, tranquilo y con una renovada sonrisa.

Lo vio detenerse, dejando lo cubiertos a un lado, seguramente esperaba al vino, era algo que esperaba después de todo fue en parte su culpa no pedirlo antes de comer pero por alguna razón lo había olvidado. Cuando el garzón llego con el vino blanco, Jakob había comenzado a dar su explicación, en silencio sirvió ambas copas y así mismo se alejo mientras ella solo miraba al albino describiendo su lugar de origen con tanta tranquilidad, bastante típica en él y en su mirar. La manera que uso casi al final de describir su pueblo la hizo pensar en lo mucho que añoraba volver pronto a casa, no por el contacto con otro, si no por su propio egoísmo, en cambio él. Parecía que todo contacto con aquellas personas era lo que más extrañaría durante su estadía en este instituto.

- ¿E-ellos te ayudaron? – Se había confundido por instantes, para ella, el llegar al instituto fue como un castigo todo pagado ofrecido por sus muy amados padres, pero… ¿Qué significaba para el de cabellos blancos?

Pensó en el tipo de lugar que debía ser aquella isla y sonrió con dulzura sin notarlo, podía hacerse a una idea de qué tipo de lugar era y que gente habitaba; Jakob podía ser uno de los mayores ejemplos. Desde la primera vez que lo vio hasta este mismo instante era el mismo, en ningún momento pareció fingir tanta calma. Era tranquillo, despedía algo de dulzura y su sonrisa la calmaba con rapidez. Tenía rasgos faciales más propios de él que de una nación; quizás todos en aquellas islas eran igual. Sonrientes, cálidos y dulces… Lo único dulce que tenían los italianos era la cara al coquetear con alguien, que diferencia.

Dejo de distraer con tanto pensamiento y dio un bocado más a su plato para luego tomar un poco de aquel vino. La mezcla de sabores en su boca había causado el efecto deseado, era una sencilla y deliciosa combinación, la que más le gustaba en toda Italia.

(Dile a Jakob que lamento haberlo dejado botado (?))

-Ellos me ayudaron- respondió con las mismas palabras, riendo un poco- No somos la isla con mejor economía y no todos tienen la oportunidad de estudiar en un buen lugar como aquí, tuve bastante suerte... todos se esforzaron y aportaron su buen poco, aunque nunca entendí porque yo... porque confiaban en mi- siempre se había cuestionado eso, pero aun sin entenderlo era algo que agradecía de corazón y quizás siempre tendría esa deuda con ellos- No importa si digo que me aburro en clases o algo así, fue lo mejor que me pudo haber pasado- termino mirando a la contraria y mirando la copa, ya había dado mucha carla y era tiempo de retomar la comida y probar aquella combinación que tanto misterio le inspiraba. Esperaba tener una resistencia normal, sabia de casos donde la primera copa en fiestas a algunos los dejaba mal, bueno, ya veríamos. Cogió el cubierto de nuevo.

-Humm~ -miro el plato luego y se echo algo mas de comida a su boca, saboreandola un poco antes de coger la copa con sus mano y dar un sorbo que según el estaba bien para ese bocado que había dado. No veía como saborearlo por un tiempo mas prolongado, pero luego de probar y tragar, y aun quedando con un sabor peculiar en su paladar, aquella sensación que sintió era bastante agradable, deliciosa y muchos términos mas. Probo un poco esa mezcla y se detuvo un momento- Pues si que es buena combinación... ¿Como sabes tanto de tu comida?- le intrigaba como sabia de esa combinación, quizás era conocida en su país o algo así, pero para el la chica sabia bastante, o quizás el sabia muy poco, si de el dependiese podía dejar que la chica eligiese por el si es que volvían, o en cualquier lugar mas.

-Claro que la superare, jamas se me pasaría por la mente la idea de fallarles, simplemente no puedo defraudarlos a todos ellos después de lo que hicieron por mi- contesto con una explosiva, estaba decidido y se veía en sus ojos, tenia una meta quizás aun no muy clara pero sabia que fuera cual fuera seria distante y difícil, pero tal como la italiana había dicho el la iba a superar. Luego dejando el tema definitivamente de lado, escucho a la contraria y en seguida en sus mejillas se mostró un tono algo rosado, sumado a un repentino nerviosismo, movió las manos y negó con la cabeza rápidamente.

-No quise d-decir eso...- dijo suspirando y mirándola- estoy seguro que no eres de esos que comen y comen, solo quería decir que sabes bastante, perdón si me exprese mal- termino sonriendo algo aniñado y con una mano en su nuca, solía hacer eso cuando se había hecho entender mal. Al final ya mas tranquilo entendió que Lovina apreciaba bastante a su país en su totalidad, le sorprendía un poco y quizás podría llegar a verlo como algo admirable- Pues para mi no es nada molesto...- inclino su cabeza hacia un lado con ligereza, no le resultaba molesto ya que el chico era algo curioso y a pesar de que se aburría en clases a veces siempre quería saber mas de otros países, mas aun si era a través de su gente, lo consideraba una experiencia mas grata pues el turismo no lo veía como algo que fuera a cumplir sus expectativas respecto a lo que quería saber de un país, prefería adentrarse el mismo... hacer su propia aventura.

Continuo comiendo de a poco, repitiendo la acción de combinar los sabores con el vino cada unos cuantos bocados, quedándole no mucho para acabar, era extraño que aun no se sintiera satisfecho, de hambre ya no tenia demasiada pero quería seguir probando esos deliciosos platos que ofrecía el lugar y que la italiana había ordenado para ellos... se le paso por la mente que eso parecía poder ser una cita... o quizás lo era... pero descarto la idea, no quería empezar ese tema ya que de seguro pondría nerviosa a la otra o le daría una imagen no deseada de el. Dos amigos comiendo y ya.