Evasión { Privado~ }

No hacía mucho que había llegado a aquella gigantesca academia, pero la cantidad de gente que se paseaba por los pasillos diariamente ya había comenzado a agobiarle un poco. No era que le molestaran las personas...bueno, quizás si fuera eso de alguna manera, por lo que aquel día decidió intentar apartarse de la masa de alumnos que recorría los pasillos hasta las respectivas clases.
Tampoco era que ella se saltara las clases a menudo o que le gustara hacerlo, pero simplemente vio oportuno ese momento para hacerlo. Todavía con unos pocos remordimientos de conciencia se dirigió hacia el vestíbulo con la mochila agarrada con la mano.
Como cabía esperar no había nadie, por lo que la inmensa sala que daba a los jardines de entrada era un lugar muy tranquilo, justo lo que ella esperaba. Miró su reloj de pulsera mientras dejaba caer con cuidado la mochila en el suelo, sin hacer mucho ruido. Todavía tenía bastante tiempo hasta que los demás estudiantes comenzaran a invadir cada rincón de la academia.
Se dejó cae al lado de la cartera, con la espalda apoyada en la pared y miró el techo con aire absorto, envuelta en el silencio del vestíbulo.

Suspiró un rato mientras pensaba que quizás no hubiera sido buena idea faltar a clases sin causa justificada pero, ¿qué problema había? No había sido la primera, ni sería la última que lo hiciera, por una vez no pasaba nada.
Abrió la mochila y sacó un pequeño libro de bolsillo que abrió por la mitad y se dedicó a leer, con la única compañía del tic-tac de las manecillas de su reloj de pulsera.

No podía soportarlo mas. No es que fuera el chico mas responsable de la academia, menos aun se le consideraría un poco responsable, su nombre y esa palabra no se podían afirmar en una misma oración, el punto era que no podía seguir soportando las clases sin descansar aunque fuera un poco, no imaginaba que tal academia tan grande tendría exámenes casi todos los días. Se encontraba ya estresado, decidió que se saltaría esa clase, no le afectaría mucho ya que aun con su poca dedicación que ponía al estudio no le iba para nada mal.

Mientras decidía y pensaba todo eso, vio como sus compañeros entraban a la clase en la que el debería estar haciendo lo mismo, pero negó con la cabeza esbozando su sonrisa de siempre, se arreglo un poco su mochila y dio la vuelta en dirección al vestíbulo. Pensó que sino encontraba con que entretenerse, se dedicaría a tomar una siesta, sabiendo que podía meterse en problemas si le encontraban allí haciendo eso. Al llegar el lugar estaba vació como el esperaba, o eso creyó cuando echo su primera mirada. Camino en silencio hacia un sillón, dando un ligero bostezo, mirando el lugar con mayor atención y percatándose de que en verdad si había alguien, una chica albina, como el. Sintió algo familiar en ella.

-Hola- saludo con una sonrisa y con una voz que de seguro le resultaria molesta, pues sabia que estaba concentrada en su lectura.

En el tiempo que llevaba sentada en el vestíbulo había podido ver desde su rincón, sin que nadie se percatara de su presencia, como un par de alumnos que llegaban tarde corrían por los pasillos de la academia tratando de no demorarse demasiado en su llegada.
Por ello, no se preocupo cuando, mientras continuaba con su lectura, le pareció oir unos pasos en el vestíbulo, puesto que pensó que tal vez fuera otro de aquellos retrasados estudiantes que se apuraban por alcanzar sus aulas. A pesar de la proximidad más notable de los pasos no le dió importancia y supuso que se lo habría imaginado. Se encogió de hombros y pasó una página, hasta que escuchó un saludo que le hizo sobresaltarse un poco, haciendo que levantara la cabeza y mirara, por detrás del largo fleco que le cubría los ojos, el rostro de la persona que la había saludado, que le resultaba algo familiar.

-Hola. -contestó algo secamente mientras volvía a ocultar la vista tras el libro, aunque todavía continuaba observando al chico por encima del lomo.

Le recordaba a alguien pero, no, era imposible que también hubiera ido a parar a aquella academia, y desde luego, era demasiada casualidad que hubieran llegado a encontrarse de cualquier forma. Meneó la cabeza y se acomodó más contra la pared, para seguir leyendo, aunque al cabo de un rato volvió a hablar.

-No está bien saltarse las clases. -murmuró encogiendose levemente de hombros sin pensar que aquella frase venida de alguien que estaba escaqueandose de clases no sonaría demasiado convincente.

Era ella, esa actitud de indiferencia... cualquier otra persona podía afirmas que habían miles de personas que actuaban asi, pero el sabia que era ella, después de todo, formo parte importante de su vida. Aun cuando estaba seguro de quien era, necesitaba confirmar un ultimo detalle, y la rápida mirada que le dio le basto. Sus ojos. No creería que se encontraría a la albina luego de tanto tiempo, sabia que ella pensaba algo parecido.

-Se que no esta bien...- le aclaro rapidamente, sin poder ocultar una de sus sonrisas, la cual no borraba de su rostro mientras caminaba hacia a ella, y con toda seguridad se sentaba a su lado, algo que el podía hacer con ella- Pero ya estoy agotado, no creí que este lugar pudiera ser tan terrible- rió al final, volteo la mirada a ella, mirando el libro que leía, típico de ella -Ha pasado tiempo, Anika- dijo por fin, alejando la mirada de la albina y mirando el techo.

Si suponía que la otra persona permanecería en silencio se equivocaba rotundamente. Escuchó como el chico se levantaba y se aproximaba a ella para, después, sentarse a su lado, cosa que le sorprendió mucho. Normalmente la gente no daba muestras de querer sentarse al lado de una chica indiferente, un tanto seca al hablar y, todo cabe decirlo, algo desagradable en su trato con las personas.
Aquel gesto, por cotidiano que pareciera, le hizo darse cuenta de que, juntando todas las casualidades del mundo, aquel chico si que era quién había pensado.
Sus sospechas se confirmaron cuando él pronunció su nombre, haciendo que la chica cerrará su libro con suavidad y girara la cabeza hasta estar frente a frente con él.

-No pensaba que volvería a verte...y menos aquí. -respondió mientras se fijaba en las facciones del muchacho.

Sí, definitivamente era él...¿cuánto hacía que no lo veía? Tampoco se le hacía tanto tiempo aunque, pensándolo mejor, sí que había pasado bastante.
Le conocía desde siempre, o eso le parecía, él era la única persona que había logrado aprender a convivir con su carácter difícil, y a pesar de que a la albina le desagradaran las personas, se había acostumbrado a la presencia del muchacho.

Nunca había logrado comprender como era que la contraria no se molestaba con su presencia, ya que molestaba a la chica con frecuencia, pero no de una mala manera, sino como amigos. Pero el podía ser algo agobiante. A pesar de todo, a su juicio era el único que la entendía bien y a el le agradaba estar con ella, a pesar de lo fría que podía ser. En verdad el chico nunca había perdido la esperanza de volver a verla, ni siquiera se le había pasado por la mente la idea de perderla, y ahora alli estaban de nuevo los dos. Extrañas vueltas del destino.

-Bueno, aquí me ves...- soltó una risita, mientras dejaba su mochila a un lado y se estiraba sutilmente, acomodándose en su lugar- Es toda una sorpresa volverte a ver, y mas aun descubrirte faltando a clases- no era difícil ser mas responsable que el, pero la chica estaba muy lejos de poder ser catalogada de irresponsable, a su parecer al menos, Se sentía bien reencontrarse con una de las pocas, por no decir la unica, personas que le soportaban y entendían, o al menos soportaban.

-A si que dime... ¿Por que faltas?- la curiosidad le salto de pronto, por lo que pregunto en seguida, picando su mejilla con su dedo. Mucho tiempo sin hacerlo.

Arqueó una ceja ante el comentario del chico aludiendo al hecho de que debería estar atendiendo a clases, como la mayoría de los alumnos de la academia. Ella era de las que opinaban que ir a clase era sagrado, se consideraba una persona bastante responsable, por lo menos mucho más responsable que el joven que tenía sentado al lado. Frunció el ceño al notar como el dedo del chico picaba una de sus mejillas. ¿Cuánto tiempo hacia de la última vez que lo hizo? Un ápice de nostálgia se formó en la mente de la albina, aunque, siguiendo con la costumbre que había mantenido cuando los dos pasaban bastante tiempo juntos, apartó la mano del muchacho con firmeza-

-Tengo mis propias razones. -respondió encogiendose de hombros mientras se estiraba las mangas del jersei para que cubrieran sus manos. -Principalmente, en las clases hay demasiada gente.

No dijo nada más, supuso que el chico ya conocía un poco la aversión de la albina por los lugares demasiado llenos, no por nada habían sido bastante cercanos durante mucho tiempo, hasta que dejaron de verse.
Nunca se le hubiera ocurrido volver a encontrarse con él aunque tampoco era cierto decir que se había olvidado del chico. Apoyó la cabeza en una mano y se quedó mirando al frente, absorta, mientras con la otra se tocaba el largo fleco distraídamente.

-¿Y tú? -preguntó al cabo de unos minutos de silencio. -¿Qué haces que no estás en clases?

Le miró de reojo para ver que respondía, aunque el hecho de que el chico se estuviera saltando las clases resultaba algo más normal comparado con ella.

Esperaba una respuesta como esa, siempre que compartía su tiempo con la chica lo hacia alejado de los grupos masivos de personas. Por mas abierto que el chico fuera en lo que a socializar se refiere, tampoco gustaba estar rodeado de mucha gente, prefería una compañía reducida y que fuera buena, como para el lo era Anika, Si la chica no gustaba de los lugares con mucha gente, posiblemente esta no seria la primera vez que saltara clases, y mucho menos seria la ultima vez para el.

-Me tomo un descanso, me siento algo cansado de tanto estudio...- mas que estudio se refería a aburrirse en clases o dormir en las mismas , llevándose un buen sermón por parte de sus profesores y algo de odio por parte de otros, pero el ignoraba esto y mantenía su imborrable sonrisa- No me arrepiento.

Pico esta vez el estomago de la chica. Asi empezaba de a poco, para luego tener a la chica totalmente fastidiada.

No le sorprendió demasiado la respuesta del albino, la verdad es que la chica podría afirmar que le conocía bastante bien. Por ello también dio por hecho que no sería la última vez que se saltara clases...igual que ella.

-Realmente yo tampoco...se siente bien. -comentó mientras se encogía de hombros y fruncia levemente el ceño al mismo tiempo que se tapaba con la mano la parte de su estómago que estaba siendo picada por el muchacho.

Una cosa es que no le importara su presencia pero, claro está, otra cosa era que el chico no hiciera nada más que molestarla, lo cual le resultaba un tanto tedioso. De todas formas, los años ya la habían hecho capaz de soportar el carácter del joven, aunque seguía perdiendo la paciencia si era demasiado constante.
Apoyó la cabeza contra la pared, dirigiendo su mirada al techo en un gesto que siempre hacía.

-Y...¿qué tal te va la vida? -preguntó con tono vago.

-Aburrida y ya algo repetitiva...-concluyo luego de pensarse un poco la respuesta a esa pregunta, poniendo la cabeza en su mano, apoyándola y mirando a algún punto muerto y fijo del lugar, con una expresión aburrida y cansada. Si Jakob odiaba algo, eran las tediosas y aburridas rutinas. Temía que su vida algún día terminara así, como la de sus padres y la mayoría de los adultos, y había una gran probabilidad de que así fuera, es mas, ya estaba empezando a ser así. Con todas las restricciones y reglas de la academia, pensó que no seria mala idea fugarse durante algún rato... Algún día, quizás.

-No creo que cambie mucho en este lugar, es como una prisión, o peor- ni siquiera el sabia si lo decía en broma o no, pero de todos modos sonrió un poco- Algún día no podre esperar a que nos den la salida del fin de semana y saltare alguna reja o ventana y disfrutare de la libertad en las calles inglesas- decía a medida que reía un poco, divertido y con intentos fingidos de darle aires épicos a sus palabras. Finalizo con un suspiro, manteniendo la sonrisa y negando con la cabeza- Pero hoy no.