Buscando algo para leer {Libre}

Minutos antes había terminado de leerse el último de los libros que había traído de casa, con lo que no le apetecía releérselos tan pronto. Por lo que decidió que era un buen momento para visitar la biblioteca y comprobar los libros que habían en esta, además de que había oído que la literatura inglesa era bastante buena y quería comprobarlo por ella misma.

Cuando entro en la biblioteca se quedo maravillada por lo amplia que era y la cantidad de libros que se podían apreciar. Lo primero que hizo fue acercarse a la mesa en la que debería de estar la bibliotecaria o el bibliotecario. Espero unos diez minutos para ver si aparecía, pero al ver que hacia acto de presencia decidió ser ella misma la que buscaría la sección donde se encontraran los libros de novelas románticas.

Paseo por varios pasillos repletos de libros que hablaban de historia, ciencia y muchos más temas, lo que le sorprendió un poco es no ver a nadie en la biblioteca y por un momento se pregunto si por casualidad no es que estuviera la biblioteca cerrada; justo estaba por darse la vuelta para irse cuando por fin encontró la sección que buscaba y frente a ella pudo ver el título de uno de los libros que más deseaba leer, sin pensarlo tomo el libro y se sentó en el suelo apoyándose en una de las estanterías para comenzar a leer.

Llevaba ya rato paseando por los pasillos de la enorme biblioteca de la academia, la parte que más le había atraido de aquel lugar.
Obviamente, se había traido de su casa bastantes libros para leer, pero quería ver que tipo de lectura encontraria en las estanterias de la biblioteca antes de comenzar a devorar con avideza sus preciados libros.

Lo primero que notó fue la ausencia de personas en aquella parte de la academia, lo cual era bastante notorio, debido a lo llenas que solía encontrarse otras zonas de la misma. Supuso, muy acertadamente, que la lectura no era una de las aficiones de los estudiantes.

Tras inspeccionar con satisfacción la zona Histórica, una de sus temáticas favoritas, se decidió a buscar algunos libros de ciencia ficción. Giró una esquina y casi tropezó con una estudiante que se encontraba leyendo en el suelo.
Tras recobrar el equilibrio que casi había perdido, se apoyó contra la estanteria y miró a la chica que leia abajo.

-Disculpa, casi tropiezo contigo. -se excusó con un tono de voz un tanto neutro.

Estaba tan concentrada leyendo el libro que no escucho unos pasos próximos a ella, pues en el poco tiempo que llevaba con el libro entre las manos se había leído gran parte de este, era algo que en parte no terminaba de gustarle de ella que se terminara los libros con tanta rapidez por eso siempre volvía a releérselos para poder disfrutarlos nuevamente y así encontrar nuevos detalles que la primera vez no encontraba.

Cuando la otra chica tropezó con ella ni se dio cuenta por culpa de la gran atención que le estaba prestando a la lectura, pero en cuanto escucho hablar a la otra chica levanto la vista del libro para mirar hacia quien le estaba hablando.

-Oh, perdona-se disculpo mientras se ponía en pie-Es que en cuanto he tomado el libro no he podido aguantar las ganas de ponerme a leer, por eso me encontraba sentada en el suelo-dijo un poco avergonzada por su comportamiento, pues siempre era la primera en regañar al resto por que hiciera esas cosas y ahora ella quien lo hacía solo por haber estado pensando en solo leer.

Miró de reojo el título del libro que leía y luego volvió a dirigir la vista a la chica con la que casi tropieza, ya con el equilibrio mantenido.

-No pasa nada. -respondió. -¿Te gusta leer?

No conocía demasiadas personas aficionadas a la lectura, quizás fuera algo que se estaba perdiendo, para desgracia de la humanidad, como ella pensaba.
Le tendió una de sus manos, parcialmente cubiertas por el jersey del uniforme que llevaba, un par de tallas más grande.

-Me llamo Anika. -se presentó el voz baja. -Voy a primero. -añadió.

A parte de aquella chica que se acababa de levantar del suelo no parecía haber nadie más en la biblioteca, la albina dirigió la mirada a la estantería y paseó la mirada por los títulos de los libros, sin que ninguno le llamara demasiado la atención puesto que eran novelas románticas y no era un género que le atrayera demasiado.

-No hay mucha gente por aqui, ¿verdad? -comentó un tanto indiferente.

Negó un poco con la cabeza cuando la albina le dijo que no pasaba nada, porque aunque no pasara para ella lo que había hecho no estaba del todo bien y se recordó mentalmente que nunca más volviera a hacerlo porque no era de buena educación, aunque no se reprendió por mucho tiempo pues le asaltaron con una pregunta.

-No, amo leer. Pienso que los libros son lo mejor que hay para pasar el tiempo libre y que si puedes leer al aire libre aun es mejor, porque es muy relajante y disfrutas más de la lectura-respondió muy emocionada, pues el tema de la lectura y los libros eran una de sus grandes pasiones.

Cuando la otra chica le ofreció la mano, la tomo inmediatamente con una sonrisa en los labios. Le apretó un poco la mano de manera cariñosa y la movio de arriba abajo ligeramente.

-Encantada, mi nombre es Nérine y soy de tercero.

Observo como la albina miraba la estantería y por una extraña sintió que a su acompañante no le gustaban los libros románticos. La verdad es que de todas las personas que conocía no había dado con ninguna que amara como ella las novelas románticas, pero no se iba a desilusionar por eso porque no solo disfrutaba leyendo ese tipo de género. Cuando Anika le menciono que no había mucha gente se acordó de que le había parecido extraño lo vacio que estaba el lugar cuando llego.

-La verdad es que si, que no haya muchos alumnos es normal pocos disfrutan de la lectura y al no ser época de exámenes aún lo hace mas normal-comento pensando que los estudiantes probablemente se encontraban en los jardines o lugares donde se pudieran divertir mejor-Lo que si me ha extrañado es que no estuviera el bibliotecario, porque normalmente debe de estar. A no ser que la biblioteca este cerrada, pero si ese fuera el caso la puerta estaría cerrada con llave, ¿verdad?