Habitación de Eirík.

Una lamparilla de mesa era lo único que iluminaba la siniestra habitación. Las paredes eran cubiertas de librerias llenas de manuscritos, libros de hechicería y mitologia, figuras de hadas y varias plantas. A mano derecha había el escritorio y tocando a la pared y a la ventana un armario con un par de posters de black metal. A la izquierda una cama con las sábanas azul oscuro y encima de ella el noruego, abrazando uno de sus peluches.

Se había pasado la tarde estudiando y no podía aguantar más, necesitaba dormir sí o sí. La filosofía le podía, por mucho que le gustara si pasaba mas de 4 horas se terminaba durmiendo. Tenía los ojos entrecerrados, mirando al techo y daba cabezaditas de vez en cuando hasta que terminó por dormirse del todo. Bien... no del todo.

El danes se encontraba vagando aun por los pasillos de la academia a esas altas horas de la noche, caminando con gran calma y lentitud hacia su habitación tras haber ido a buscar algo que comer y beber al comedor. Ya estaba llegando a recinto de las habitaciones cuando sintió la duda de saber si, segundo el su mejor amigo, el noruego se encontraba en su habitación, pensando en visitarle o ir a verle un rato, pues no lo había divisado más que entre los cambios de hora o recreo de manera muy rápida, sin tener el suficiente tiempo para entablar una conversación con él o solo fastidiarlo como lo hacia sin mucha intención en ocasiones.

- ¿Me pregunto si estará durmiendo? o ¿Si se molestara que lo molesta a estas hora? -Se preguntaba para si mismo mientras se encaminaba a la habitación del noruego con suma confianza, llevando sus manos cruzadas tras su nuca- Naah~ no creo que se moleste más que seguro que se pondrá feliz de verme -Se respondió solo a sus interrogantes, sonriendo alegre y despreocupado el resto de camino hacia la habitación.

Una vez ya parado en la puerta de la habitación no lo pensó dos veces y golpeo, dando aviso de su presencia antes de girar la puerta de la manilla y asomarse por la entrada.

- ¿Estas durmiendo? Noru-chii~ - Pregunto con su noto de voz normal, enfatizando un poco más de animo en al ''sobrenombre'' del rubio esperando desde su lugar alguna respuesta del chico con una sonrisa dibujada en su rostro.

Frunció el ceño en escuchar ESE sobrenombre, indicio de que el danés de cuarto año había penetrado en su habitación y estaba dispuesto a fastidiarle el momento de relax. Se levantó y lo amenazó con la mirada.

- ¿Cuantas veces tengo que decirte que no me llames así? ¿Y a tí qué te importa lo que hago?- mosqueado lo sacó afuera y le cerró la puerta en las narices, aunque seguramente volvería a entrar.

Se quedo esperando en la entrada de la habitación alguna respuesta por parte del noruego, manteniendo su típica sonrisa alegre dibujada en su rostro, la cual se amplio un poco más al escuchar la voz del otro rubio.

- Noru-chii~ me alegra ver... -Fue interrumpido bruscamente en su saludo, al ser arrastrado por contrario hacia afuera de la habitación- H-hey! espera! -intento detenerle solo con palabras, pero ya era tarde y se encontraba nuevamente parado frente a la puerta de la habitación.

- Creo que despertó con mal humor.. -comento para si mismo sonriendo de manera boba, rascándose la cabeza mientras reía por lo bajo, para luego volver a golpear la puerta pero sin abrirla esta vez- Vamos déjame entrar o ¿piensas dejarme aquí afuera botado? -Intentaba de una fallida manera convencerlo de dejarlo entrar, pero sin perder la esperanza de ver al noruego antes de irse a su habitación.

- Eres molesto, Anko.

Fue lo único que se oyó. El noruego se cubrió con las sábanas. Que hiciera lo que quisiera mientras no se pasara... o espera, ¿queria pasar tiempo con él? Bien que estaba a un curso más.... Se levantó de la cama y le abrió, alargandole los deberes de filosofía.

- Si quieres estar conmigo hazme esto, de lo contrario ya puedes quedarte afuera.

Aun tras escuchar las palabras de molestia por parte del noruego, que provenían tras la puerta, se quedo parado frente a esta. Espero unos minutos casi segundo antes de disponerse a golpear la puerta nuevamente cuando vio que esta se abría y el rubio se asomaba por esta.

- Sabia que abrirías ~ -Dijo en un tono feliz, mostrando una sonrisa que acompañaba a su tono pero que se borro rápidamente de su rostro al escuchar las condiciones propuestas por el noruego- ¿Ha-acer esto? -interrogo un tanto titubeando al revisar lo que el contrario le había entregado, notando que eran deberes.

Lo pensó unos instantes, haciendo una ligera mueca al pensarlo, si bien hacer deberes no era lo suyo, en realidad nada que tuviera que ver con los estudios, hacerlos y ayudarle al rubio era lo único que le permitiría estar un tiempo junto a él.

- Trato hecho! -Acepto tras meditarlos, asintiendo con su cabeza y sonriendo nuevamente- Ayudare a Noru-chii con sus deberes, ya que no puede hacerlos solo -comento de manera tonta riendo tras sus palabras.

Le hizo un hueco en la mesa y le dejó los deberes encima.

- Ya puedes empezar. - y dicho esto se largó a tumbarse en la cama. Al menos lo tendría entretenido y aunque estuvieran mal hechos se presentaría a clase con la tarea hecha.

Se acerco a la mesa con su semblante alegre, al igual que siempre, con los deberes del noruego en sus manos las cuales dejo sobre está antes de sentarse. Se iba a disponer a hacer los deberes del chico, tomando uno de los lapices que estaba sobre el escritorio cuando se volteo a ver al noruego que yacía recostado sobre la cama.

- Y ¿Por qué no haces tus deberes, Noru-chii? -Le pregunto al rubio con una ligera sonrisa en su rostro, al sentir la curiosidad del por que dejaba los deberes a ultima hora, ya que sabia que el noruego era responsable en este tipo de cosas.

Sabia que tal vez el rubio se molestaría por no estas callado haciendo los deberes de esté, pero no podía evitar no hablar y menos estando junto a él, ya que sentía la necesidad que hablar y hasta molestarlo de una manera amistosa,

- Porque llevo toda la tarde estudiando y no me queda tiempo para los deberes así que hazlos tú.

Y en realidad no le apetecía para nada hacer filosofía. Vio que con el danés allí no podria hacer una siesta completa pero al menos rompería el sueño.

- Hazlos bien o no habrá recompensa.

La recompensa sería una porción del almuerzo o cualquier estupidez de esas, pero al menos lo tendría entretenido.

- Entiendo... eres un chico muy aplicado Noru-chii -Comento en un tono irónico, para luego reír por lo bajo de manera burlona, girándose hacia los deberes nuevamente, disponiendo se a hacerlos hasta que escucho las ultimas palabras del noruego- ¿Una recompensa? -interrogo de manera energética, mirándolo otra vez, curioso.

Se mantuvo con esa mirada unos minutos, pensando en mil y una posibilidades de que recompensa podría obtener por parte del noruego, riendo de manera divertida tras sus pensamientos.

- Bien! no te preocupes lo haré bien! -Afirmo sin dar tiempo a una respuesta, pues ya había tenido una motivación para terminar los deberes del chico rápido, comenzando a hacerlos, leyendo y completando lo que debería de responder o escribir de una manera animada, típica en él.

Iba observandolo de vez en cuando, la verdad es que no hacía nada bien si no se le recompensaba. De todas formas así lo tenía entretenido y no le daba la tabarra.

- Cuando estés ponlos en el maletín.

De un momento a otro se quedo en blanco, mirando los deberes del noruego sin entender lo que debía seguir haciendo. Se había bloqueado al leer una pregunta que no entendía y no sabia como responder, por lo cual comenzó a atacarlo una especia de estrres, por lo cual comenzó a rascarse la cabeza y apretar con fuerza el lápiz que tenia en su mano.

- Maldición.. -murmuro para si mismo, esperando que el rubio no le escuchara. No sabia que responder y estaba entrando en un colapso, al igual que le sucedía cuando rendía un examen, pues no era el más inteligente en el tema de los estudios pero eso no quitaba que se esforzada en hacerlo bien. Pensó en una manera rápida de relajarse y tal vez así volvería a concentrarse para terminar los deberes del chico rápidamente.

- ¡Esto servirá! -Dijo animado, sacando su pequeña botella de cerveza que ocultaba en su bolsillo y siempre llevaba consigo. Abrió la botella y dio un largo sorbo, casi tomando todo el contenido al seco, animándose más de lo que siempre estaba- Mucho mejor~ -Dijo con el mismo tono anterior, intentando volver a concentrarse nuevamente con los deberes.

- Eres ruidoso, anko.

No había manera de descansar con semejante elemento cerca. Probó de contar ovejitas hasta que dormitó al menos cinco minutos. Después se levantó y fue a ver que estriopicio había hecho el danés con sus deberes.

- ¿Cómo lo llevas?

Al parecer el haber bebido un poco aumento su confianza, cosa que era de dudar si se podía aun más, comenzando a responder de manera simultanea las respuesta de los deberes ajenos, que según él estaban correctas o eso creía. Así se mantuvo un buen raro, escribiendo y sacando un poco su lengua por entre sus labios en una mueca algo pensativa, mueca que se borro al escuchar la voz del noruego provocando que detuvieras sus acciones casi de golpea para voltear a verle.

- ¿Ah? No te preocupes Noru-chii~... Todo va bien, solo déjalo en mis manos y no te preocupes -Dijo con seguridad alzando su dedo pulgar en un gesto de afirmación ante sus palabras. Girándose y dirigiendo su mirada nuevamente asía el escritorio y los deberes para poder terminarlos pues ya le faltaba tan solo la ultima parte para acabar.

- ¿Y que me darás de recompensa? -interrogo con interés, sin quitar su vista de los deberes mientras sonreía un poco más amplio de lo habitual, al pensar en una que otra respuesta que podía dar el rubio a su pregunta.

¿Que qué tendria de recompensa? No lo había pensado, de verdad. Quizás algo de comida o dejar que se siente con él a la hora del almuerzo.

- Ya lo pensaré- dijo sentandose encima de la mesa y revisando lo que había hecho.

Tras terminar los deberes del noruego se los entrego, limitándose a solo verle con su típica sonrisa alegre y despreocupada dibujada en su rostro, mientras mantenía este sujeto con su mano la cual estaba apoyada en la mesa, pareciendo como si contemplara al rubio.

- Pues piénsalo rápido, ya que me impacienta la respuesta! -Exclamo entusiasmado, poniéndose por inercia de pie y apoyando ambas manos en el escritorio mirándole al rostro- Vamos~ vamos~ dime! -Dijo de una manera un tanto infantil, meciéndose de arriba a abajo como lo haría un niño el cual espera con ansias un regalo o algo por él estilo.

Le impacientaba y molestaba quedar con la duda, solo quería saber que le daría el otro nórdico, pensando en miles de posibilidades que que podría ganar por su esfuerzo, esperando y casi deseando que fuera pasar más tiempo con esté, al que llamaba su mejor amigo.

- Primero de todo- le salté, empujandolo con el pie- distancia o no habrá regalo

No iba a darle ningún regalo de estos tan costosos ni nada por el estilo, seguro que con eso seria capaz de no dejarle en paz durante unos meses. Quizás la idea del almuerzo no era tan mala.

- Mañana te dejo que vengas conmigo y compartimos el almuerzo....

-Auch!! -Se quejo el danes al ser golpeado por el rubio, retrocediendo unos cuantos pasos de este. Mantuvo su sonrisa aun tras el golpe, pues no le había dolido mucho, su sonrisa lentamente se fue ampliando al escuchar la respuesta del noruego a sus interrogantes, mostrándose bastante entusiasmado- ¿Almorzar contigo? -Pregunto aun procesando la información, parpadeando una par de veces antes de comprender- ¿Enserio?!! Bien.. entonces mañana almorzare con Noru-chii~ -exclamo entusiasmado, riendo un poco pareciendo una celebración o algo por el estilo.

Esperaba que el noruego no se arrepintiera de su decisión esperando ansioso que fuera mañana, pero sus pensamientos se detuvieron, aun estaba con él y podía aprovechar aquello.

- Eh.. Y ¿Ahora que hacemos? -Pregunto mirándole ladeando un poco su cabeza, esperando la respuesta del rubio, mientras en su mente pasaban ideas de que podría hacer con él.

- Bueno.... si quieres podemos jugar al Silent Hill 2... espero que no te asustes y huyas como una chiquilla...

Fue a por el juego y la consola... debía tenerlas por allí escondidas. Montó toda la paradita y inició una partida nueva. Tomó el mando y saltó la introducción y eso.

- Sabes jugar, ¿no?

- Ah... ¿Silent qué? -Pregunto sin entender del todo lo dicho por el rubio, quedándose en su lugar mirándole como este iba en busca de una de esas consolas de juegos, que él poco y nada conocía pues eso no era lo suyo, más prefería beber o entretenerse de otra manera con las personas.

Sin saber que hacer se situó al lado del noruego, mirando la pantalla sin entender del todo, mostrando una pequeña sonrisa un tanto nerviosa y boba por el hecho de no saber que hacer.

- E-eh.. bueno.. -Titubeo en su respuesta- No, no se.. -Dijo rascándose su nuca, con algo de desilucion de si mismo, riendo idiotamente esperando que el otro nórdico no se molestara por su respuesta.

- Normal, esos juegos de survival horror no es lo tuyo... en fin...

Le pasó la caja del juego para que iba leyendose el argumento y así se enteraba de lo que iba.

Spoiler:

Tomó el mando y empezó a manejar el protagonista, haciendolo pasar por una ciudad tenebrosa, un parque, etc. La verdad es que le apasionaban estos juegos de ingenio y terror, aunque tenía preferencia para un buen libro. Supongo que el danés no iba a entender nada del juego, ya habría pensado demasiado por hoy.

- Si no te enteras tómatelo como si fuera una película y observa...

Se limito a recibir la caja, leyéndola de manera rápida sin entender gran cosa mientras se posicionaba al lado del noruego, observando la pantalla detenidamente y luego dirigir la mirada hacia esté sin mostrar mucho interés en el juego.

- Hm... -Hizo una ligera mueca dirigiendo su mirada hacia el resto de la habitación, como si buscara algo que hacer suspirando pesadamente luego- Noru-chii~ No tienes algo más con que pueda entretenerme? -Pregunto demostrando su cero interés en la pantalla y mostrando una expresión algo aburrida en su rostro como la de un niño pequeño, esperando la respuesta del contrario

Como supuso, el danés se aburria así que se levantó y sacó de la caja un montón de juegos mentales.
Cogió el cubo de Rubik y demás puzzles y se los dio:

- Entretente con esto, a ver si te vuelves inteligente.

Seguro que se cansaria de nuevo, si es que es incapaz de hacer algo...

- Eh... gracias.. creo -dijo inseguro al recibir los nuevos juegos observándoles unos segundos y luego dejándolos a un lado- ... -se quedo callado unos instantes, observando al menor algo distraído.

Pensaba en que hacer para entretenerse pero no se le ocurría que podría llegar a hacer y que fuera entretenido para él y el menor, sin llegar a molestar a esté. Sus ideas no llegaron a nada y solo se resigno a dar un pesado suspiro y sonreir como siempre.

- Noru-chii~ Entretenme! -Exclamo al abalanzarse sobre el rubio y abrazándole con fuerza, sabiendo que al hacer aquello terminaría insultado o peor, golpeado por el noruego, aun así no quería soltarlo.