Dando una vuelta (libre)

Antonio estaba aburrido en la academia...

¡Era taaaan grande! Y todavía no había visto a Francis (Menos mal que ya se había encontrado con su amigo Gilbert) ni a Lovino, que por más que lo buscara parecía que el italiano iba a estar escapando coniínuamente de él (?) y era que...¡Tenía tantas ganas de verlo! Esa carita tan mona que tiene...y....aw...todo Lovi es una monada para Antonio, tuvo que reprimirse un "fusososo" para no llamar la atención de los estudiantes que, al igual que él o para otra cosa iban dando un paseo por los jardines, ¡él hablaba solo, vaya que sí! Pero al menos no intentaba hacerlo cuando había más gente de por medio (y menos si eran desconocidos)

Vio pasar una mariposa y se puso a seguirla, total, no tenía nada mejor que hacer, la mariposa tenía unos colores blancos bastantes simples y era muy bonita...se posó encima de una hoja y Antonio se agachó no muy cerca para poder mirarla.

-Awww~ Pero mira que linda eres...- Entonces se dio cuenta que había un estudiante detras suyo mirándolo un poco extrañado...- ............-Vale, se había ido, y él como siempre había quedado como loco (?)- Aish, mariposita, ¿sabes tú dónde está Lovino? Hahahahaha que estupidez estoy hablando solo con una mariposa...

Se levantó, mirando a la gente pasar y a ver si le sonaba alguna cara conocida...

Spoiler:

Con un demonio, se le había hecho tarde,

Recorrió a paso rápido las amplias y lujosas instalaciones de la academia hasta que la tibia luz del sol y un extenso paisaje verde lo recibió al llegar a los jardines, habían muchos estudiantes en él, ya sea paseando, sentados a la orillas de las fuentes de agua o bajo la sombra de un árbol, Lovino supuso que aún debían faltar horas para entrar a la primera clase. ¡Pero de todas maneras estaba atrasado, rayos!

Cada mañana como si fuera un ritual visitaba ese lugar, pasando los rosales y el laberinto de arbustos, un lugar para nada transitado por esa panda de mocosos mimados y estirados...

Pero con tanta prisa fue inevitable que se llevase a alguien por delante, un alumno de grado menor que parecía huir de alguien(? ; más aún al ver la expresión para nada amistosa del italiano, el miedo en su rostro sólo se incrementó y salidó disparado exclamando una disculpa.

Menudo idiota...

En ese momento una mariposa revoloteó frente a él y sólo a menos de un metro de él pudo reconocer a cierto par de ojos color esmeralda.

Hablando de idiotas... ; ahora sí que no lograría llegar a su destino, pues era obvio que ese español pegajoso ya le había visto.

- Eh, bastardo. - dijo a modo de saludo, sin molestarse en disimular esa expresión de hastío en su rostro; que estaba seguro, Antonio no notaría...

(( *////* N-no tú metete que me haces feliz (?) ))

Entonces sus ojos se iluminaron....

¡ERA LOVINO!

¡Y qué lindo estaba! Antonio se sonrojó un poco cuando el italiano lo saludó de esa forma tan poca amistosa que tiene al expresarse (?) pero aún así, sonrió bobamente mientras dejó un poco de silencio entre los dos hasta que...bueno, esto tenía que pasar.

-¡LOVINOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! -Corrió hacia el italiano y, abrazándolo por la cintura lo levantó del suelo, empezando a dar vueltas con Lovi encima de él- HAHAHAHAAHAHAHAHAHAHAHAHA~ AL FIN TE ENCUENTRO. ¡MIIIIRA! ¡MIRA QUE LINDO ERES! -Lo dejó en el suelo, y empezó a restregar su mejilla con la del italiano- Fussososososo~ ¡Lindo! Lindo, lindo, lindo, lindo, ¡¡¡lindo!!!

Antonio revolvió un poco los cabellos de Lovino de una forma cariñosa, mientras lo miraba con ternura

-¿Cómo estás? ¡Ay! Como has crecido, yo aún recuerdo cuando eras una cosiiiita chiquitita, ¡pero te veo bien! ¡Qué casualidad estar en el mismo instituto! Es que te vi en las listas y pensé...¡Jo! Que bien, ¡Lovi ha venido! ¿En qué clase estás? ¡Igual nos toca en la misma! ¿No es genial eso? -Comenzó a reir- Ah....me olvidaba -Del bolsillo sacó un tomate y se lo puso en la mano del italiano- Para ti~ ¿Todavía te gustan, no? -Sonrió-

[ >w< ♥ ]

Ni siquiera tuvo tiempo de soltar alguna queja por aquel ensordecedor grito ya que en menos de lo que supo fue elevado del suelo, cargado por el español que comenzó a dar vueltitas con él a cuestas como todo un completo subnormal.

- ¡Hey, stupido, bajameee! - trató de patalear, aunque a decir verdad el español había conseguido que se marease un poco, ¿de dónde diablos sacaba tanta energía? - ¡quítate de encima! - bueno, ahora por lo menos le había bajado.- ¡Y deja de decir tonterías, che palle! - sus mejillas estaban encendidas con un rojo brillante pero NO tenía nada que ver con que el idiota de Antonio estuviese tan cerca suyo ni con las cosas ñoñas que salían de su boca. No, claro que no, para nada...debía ser el calor, el clima inglés era un asco!

Observó a español soltar su monólogo en su mundo feliz, respondiendose él sólo a cada pregunta qué hacía.
Lovino sólo le miraba fijamente, su ceño fruncido se acentuaba y sus mejillas estaban infladas, enrojeciendo cada vez más, pero esta vez de la rabia. Ese idiota no había cambiando en lo absoluto, ¡Y para colmo seguía tratandole como a un jodido niño! Qué no había dicho que estaban en la misma clases, arrrg era un imbécil... !

- ¿Uh? - todo signo de enojo en su rostro se esfumó al ver aquella hortaliza roja en su mano; sus ojos brillaron con el recuerdo, pues quien tenía en frente era el culpable de aquella adoración hacia el tomate, que ahora estaba seguro seguían compartiendo. La nostalgia le había tocado un poco. Realmente hacia mucho que no se veían, eh? - Hm.. - a su pregunta sólo dió un seco cabeceo, volteándo su cabeza hacia un costado como si no le interesara mientras acercaba el tomate a su pecho. Las mejillas le volvían a arder, joder ...

- Y...¿Qué tanto hacías por aquí, kono yaro? - guardó el tomate en su bolso y se cruzó de brazos mirandole.

(( ♥ ♥ ♥ ♥ ))

Seguía mirando a Lovino, como sus mejillas se inflaban de rojito…

Y es que a Antonio le encantaba, esos hoyuelos que tenía colorados cuando lo abraza y le decía ñoñerías, la formita de sus ojos, y esa forma de fruncir el ceño, formándole una pequeña arruga en el entrecejo…se ruborizó un poco también y con una sonrisa llevó el dedo meñique, acariciando suavemente aquella zona entre sus cejas que básicamente las 24 horas del día estaba fruncida.

-Hahahahaha, Sigues siendo el mismo Lovino…-Apartó su mano, mejor no dejarla ahí mucho tiempo por si el italiano se la comía (?) Y miró como se llevaba al pecho el tomate- Ah pues, estaba dando una vuelta por que hacía un bonito día y sabes todavía como que no acabo de enterarme como funcionan las cosas en este instituto, además la gente me habla en inglés y casi no entiendo nada….-Frunció el ceño, Antonio ODIABA Inglaterra, su clima, la gente,LA COMIDA, y bueno, hablar de Inglaterra en general no le gustaba (?)- Además la comida es una puta mierda…-Eso le salió del alma- Pero que estés aquí Lovi es genial –Volvió a su tono jovial, formando una vez más una sonrisa- ¡Te podría cocinar pan con tomate! Como te gusta, ¡Mis tomates son los mejores! Hahahaha, Ah, y… ¿tú que haces por aquí? ¿Se te ha perdido algo por el jardín?

Se dio la vuelta un poco, observando el lugar….

-Es realmente bonito, ¿no crees?, mira las plantitas y…esas cosas, ¡ah! Y hay mariposas, Hahahahahaha, ¡Eso es genial! ¿No crees? Ah, Lovi, ¿te gustan las mariposas?...

Antonio se puso a pensar en lo último que había dicho y, se sonrojó, había sido realmente estúpido, así que empezó a reír para restarle importancia

-Hahahaha que tonto soy, olvida lo que he dicho…- Pasó sus ojos de nuevo por el italiano, mirándolo algo embobado, estaba seguro que Lovino había crecido un centímetro más (?) y no pudo evitar acordarse de experiencias y momentos que habían pasado juntos y… ¡le había echado de menos!

Algo tímido, estiró una mano para entrelazarla con la de Lovi, al principio toco la palma de la mano del italiano con mucho cuidado (se esperaba un gran rechazo y quizá algún que otro cabezazo por parte de Lovino (?)) pero al final entrelazó sus dedos intentando que el menor no se diera cuenta de lo que hacía por lo que sacó de nuevo la misma pregunta a flote

-Así que ¿qué haces por los jardines? –Sonrió-

No le sorprendió en absoluto que el español expresará su desagrado hacia la comida inglesa, entre otras cosas que seguramente debía odiar de ese país en el que estaban obligados a vivir, algo en lo que sin dudas también coincidían. A como no se les permitiera dormir la -sagrada- siesta...

- Si es que en este lugar saben lo que es el pan ó, en todo caso, el pan comestible.- sólo alcanzó a responder a lo primero, no reprimiendo una mueca de asco de tan sólo pensar que a partir de ahora comida inglesa sería todo lo que tendrían. Y antes de poder dar respuesta a su otra pregunta, pues se detuvo unos segundos recordando el motivo principal de su encuentro con Antonio, ya había notado que éste se había sumergido en su mundo, diciendo quien sabe que cosa sobre las plantas y las mariposas. Al posar sus ojos sobre la flora del lugar le dio la razón con lo de bonito, el lugar estaba bien cuidado, aunque el italiano no solía tomarle demasiada importancia a esas cosas.

Las arrugas que habían desaparecido con el toque mágico de Antonio volvieron a su frente, formando nuevamente un ceño fruncido; ¿y ahora por qué se llamaba tonto y le pedía que olvidase lo que dijo? No es que fuera a contradecir lo primero pero... había algo raro en el español, parecía aún más torpe y distraído que lo de costumbre, además, Lovino juraría haberlo visto ruborizarse en más de una ocasión ( aunque claro, podría también ser culpa del clima, como con sus propios sonrojos. Sí, eso...)

Sea lo que estuviera sucediendo no le gustaba en lo absoluto, le era imposible romper esos, para él, interminables silencios que se formaban, haciéndole sentir torpe también, sobre todo cuando ese bastardo se le quedaba mirando justo como lo hacía en ese preciso momento. Un cálido cosquilleo se alojaba en su pecho cada vez que ésto ocurría y era muy molesto, rayos..

- Ehi, kono yaro ... -quería saber qué era lo que le estaba pasando, pero las palabras murieron en su boca antes de siquiera poder vocalizarlas. Antonio acababa de tomar su mano.

¿Q-Qué rayos...? Lovino volteó a mirarlo rápidamente y el español continuó hablando como si nada (¿A caso el muy idiota pensaba que no se daría cuenta?) y él no fue capaz de contestar cuando repitió la pregunta. Y se quejaba del cosquilleo antes...

Va~amos, ¿Qué estás esperando? Sólo apártale, maldita sea...

.
.
.

¡O por lo menos golpealo...!

- Ha... -carraspea, aclarándose la garganta.- Hay un lugar al que tenía que ir.- respondió al fin, volteando su rostro hacia la dirección contraria del mayor, sintiendo a la sangre agolparse en todo su rostro. Sus dedos terminaron de entrelasarse con los del mayor, reafirmando la unión.

Defintiviamente, estar en tierra extranjera hacía estragos en Antonio y, quizás...en él también.

(( ;AAA; m-me estoy muriendo de amor ))

Cerró los ojos un momento mientras formaba una sonrisa boba en la cara…

Y era que, Lovino estaba correspondiendo su apretón de mano, no se lo podía creer, era… ¿de verdad la personita que tenía delante suyo era Lovi? Por que… ¡Ay! Lo estaba correspondiendo y él era el hombre más feliz del mundo…y se preguntaba por que, se ponía nervioso, tenía cosquilleos en la tripa y sentía como la vista se le nublaba, teniendo solamente a Lovino en su cabeza y ojos…

Escuchó lo que dijo y…le vinieron unas ganas tremendas de abrazarlo, de tenerlo entre sus brazos pero, no quería abusar, ya le había tomado de la mano, y no por eso significaba que Lovino iba a dejarse mimar tan por las buenas…

Antonio sonrió

-Hahahaha, ¿qué te parece si vamos? ¿Si? Juntos…-De alguna forma la palabra “juntos” se le hacía muy agradable- Hahahahha seguro que es algo que tiene que ver con tomates, ¿eh? ¡Te conozco muy bien! –Dio un pequeño apretón a sus manos, que, de alguna forma encajaban a la perfección la una con la otra (al menos para Antonio)- ¡Pues vamos!

Empezó a tirar un poco de Lovi para caminar hacía el lugar donde le decía de ir, la verdad, él no sabía por donde era asíque al final, a los pocos metros paró en seco, mirándolo muy contento (?)

-¡¡Llévame Lovi!! Que yo no sé por donde es…-Se rasca la nuca con la mano libre-

[ D-Dímelo a mí TwT ]

Oh, Dio mio... ¿Qué es lo que había hecho? Ahora mismo Antonio paracía tener el triple de idiotez de lo normal, esa sonrisa bobalicona en sus labios le daba miedo (? y, al mismo tiempo, hacía a su corazón contraerse en su pecho. Se veía...tan feliz.

Y él sólo atinaba a mirar como idiotizado sus manos entrelazadas, envueltas mutuamente con el calor de la otra. Lovino sólo podía sentir ese insoportable hormigueo recorrerle los dedos y la palma; pero, contrario a lo que le gustaría pensar, no era porque desease que se separasen, más bien había algo que parecia buscar más y más de ese simple contacto.

Vamos, no es como si fuese la primera vez que el mayor le tomase de la mano, siendo el español como es debería estar más que acostumbrado a que lo abrazase, lo achuchase y demás cosas ñoñas. Sin embargo, le era imposible no sentir que algo cambió en todo eso...

¿Por qué estoy pensando tanto? ¡Parezco una tonta colegiala!

Un leve apretón a su mano lo sacó de su ensimismamiento, Antonio tiraba de él pidiéndole que lo lleve a aquél lugar. Y sí, el bastardo le había dado en el blanco con lo de los tomates, ¿le conocía tan bien como decía?

Lovino también se detuvo en seco, de repente cayendo en cuenta de que irían ESE lugar. Clavó su mirada en Antonio que había parado al no saber la dirección que debían tomar. Una imperceptible sonrisa cruzó por los labios de Lovino, no tenía que pensarselo mucho, pues si exisitiese persona con la que quería compartir aquello, definitivamente esa era el tonto de Antonio.

- ¡Tzk, ya, ya, te llevaré pero sólo si cierras esa bocaza de una vez y dejas de fastidiar, demonios!

Está vez él se adelantó y tiró de la mano del mayor, guiándolo por los pulcros senderos de piedra. Pasaron por los rosales de enrededara y la última y más pequeña fuente, casi oculta al final de los jardines y también de la escuela.

El italiano hizo que se detuvieran ahí pues al otro lado de la fuente se alzaba frente a ellos quizás el invernadero más grande que hayan visto. A través de sus grandes ventanales se podía ver la extensa vegetación que lo llenaba. Lovino caminó unos pasos, separandose casi a regañadientes de Antonio, y buscó algo en el interior de su bolso mochilero, tras varios segundos de búsqueda de allí sacó una llave, con la cual luego abrió la puerta que los llevaría al interior del invernadero.

Una vez abierta la puerta volteó hacia el español, haciendo una pequeña y silenciosa seña con la cabeza para que le siguiese.

Siguió a Lovino por en medio de toda la espesura de las plantas, subiendo rocas, bajando, wow, ¿Adónde lo llevaba? Antonio no tenía ni idea pero aún así lo siguió, con la curiosidad comiéndole por dentro. Pasaron por una fuente también…y después de eso Antonio se quedó ensimismado mirando como Lovino se movía, eso, hasta que visualizó un gran invernadero…abrió los ojos sorprendido, ¿qué hacía eso ahí en medio tan alejado de la escuela? Se quedó mirando todo, asombrado…

-Ala….-

Notó como Lovino se separaba de su lado y, casi por inercia corrió hacia los ventanales a observar todo tipo de vegetación que había dentro del invernadero.

-Wow Lovi…¿y esto? ¿Cómo lo?...-Sus palabras quedaron en el aire cuando Romano sacó la llave y abrió la puerta, mandándolo entrar.

Entró, agarrando una vez más la mano de Lovino, y sonrió al mirar el invernadero por dentro, todo tipo de vegetaciones diferentes, de distintos colores y…simplemente se quedo demasiado sorprendido.

-¿Quién te dio esto? ¿Y la llave? ¿De donde la sacaste? Wow es increíble Lovi no pensé que en medio del instituto hubiera un lugar así y….-Entonces sus ojos se iluminaron.

A lo lejos había un huerto de tomates muy bien cuidados, sonrió, más que antes, y, corriendo arrastrando a Romano con él , se soltó muy a su pesar para agacharse a mirar a los tomates.

-¡ES GENIAL LOVI! Mira cuantos tomates y…-Tocó uno- ¡Este está maduro! Y…¿los cuidas tú? ¿Cómo te enseñé? Hahahaha son geniales, están muy bien…-Se levantó y miró a Lovino a los ojos- Como en los viejos tiempos, ¿no?....

Lovino se acuclilló a su lado, así como el mayor estaba fascinado por el lugar que les rodeaba, el italiano había seguido con suma atención cada reacción suya, sabía que no estaba en un error y se sentía sumamente aliviado de poder compartir éso, que ya era como un refugio para él en esa inmensa academia, en la que nunca reconocería sentirse algo..solo.

-Mi tonto fratello hizo algo bueno y me contó de éste lugar, al perecer lo había encontrado cuando se perdió el primer día o algo así.- comenzó a responder a las preguntas que Antonio había dejado en el aire al divisar a los tomates, acercando también su mano a uno de los frutos.- Lo único que tuve que hacer es ofrecerme de voluntario y ya, dudo que muchos estudiantes sepan realmente de la existencia de este lugar.- hizo girar un pequeño tomate amarillento en sus dedos y miró hacia el cielo de vidrio, donde los rayos del sol impactaban contra el cristal. "Y…¿los cuidas tú? ¿Cómo te enseñé? Hahahaha son geniales, están muy bien..." Asintió desviando la mirada abochornado y buscó algo en sus bolsillos.- Ni siquiera tenían un huerto de tomates..-murmuró y extendió la mano, dejandole ver una pequeña bolsita de tela.- Entonces tuve que usar las semillas que me diste esa vez.- La última vez que nos vimos...

De un brusco movimiento se puso de pie nuevamente, y señaló con un dedo autoritario a Antonio.- ¡P-Pero como esto de sembrar en un invernadero es complicado me tendrás que ayudar de ahora en adelante! ¿Entendiste, bastardo? -apesar de sonar como toda una orden, sus mejillas sonrosadas y el ligero temblor en su cuerpo y mirada pronunciaban aquel tácito "Por favor", algo que, por supuesto, jamás saldría de sus labios.

Spoiler:

Spoiler:

Acariciaba un tomate con su mano mientras escuchaba atentamente lo que le decía Lovino, no pudo evitar formar una sonrisa tierna en sus labios, que Romano se haya propuesto cuidar del lugar por él mismo sin la ayuda de nadie…

Desvió su mirada a Lovino y se quedó ensimismado mirando como el italiano miraba hacia arriba…el cielo.

Entonces pasaron todo tipo de pensamientos en su cabeza, las ganas terribles que tenía de abrazarlo y acariciarle la carita tan linda que tenía…al final sus ojos se posaron en los labios del italiano.

Ruborizado desvió la mirada, reprimiéndose una risilla tonta también más por él que por otra cosa.

-¡¡Claro que te ayudaré Romano!! –Se levantó también, dándose unos golpecitos en el pecho- Hahahaha el jefe cuidará contigo el huerto de tomates y todo quedará bajo control, ¡¡por supuesto que sí!! Confía en mi, sabes que a mi estas cosas me gustan y más si son contigo –Sonrió, realmente la idea le ilusionaba, sentía como si él y Lovino estuvieran compartiendo un secreto entre los dos, un lugar, entre ellos dos- Vas a comerte los mejores tomates que hayas probado en tu vida Lovi, Hahahahaha, ¡¡y luego podremos hacer pan con tomate del bueno!! O algún día me colaré en la cocina para hacer paella también….¡¡ah!! Los podríamos invitar a Gilbert y Francis, aunque claro aquí no, ¿qué es secreto, eh? Hahahahahahaha ¿Sabes que me encontré con Gilbert en el aula de música? Ah jo, ya vuelvo a irme por las ramas…

Se acercó unos pasos hacia el italiano mientras sonreía.

Antonio estiró una mano y acarició un poco la mejilla de Romano sin poder evitarlo, sonriendo más para él mismo.

-Que lindo eres Lovino…-

Ay, si que la había cagado. Romano lo había vuelto a rechazar (Antonio hace unos cuantos años que perdió la cuenta de todas los rechazos del italiano) ¡Pero no se deprimiría por eso ni mucho menos! Ya venía a formar parte de la forma de ser de Romano y Antonio lo entendía.

-Vale, vale, Lovi no te enfades conmigo- Volvió a sonreir mientras levantaba las manos en signo de paz para que Romano no le metiera un cabezazo (por si las dudas)- Hahahaha ¡¡Has hablado italiano!! - Si Antonio, Romano ES italiano.

Entonces Lovino comenzó a caminar diciendo que le había entrado sed, ¡vaya! Era su oportunidad perfecta para invitarlo a tomar algo (?) Corrió un poco para ponerse junto a él y siguió el camino mientras andaba a su lado.

-¡Cómo pasa el tiempo! -Llevó sus manos a sus bolsillos mientras mantenía la sonrisita tonta- A mi también me ha entrado un poco de sed, ¿te gustaría ir a tomar helado? ¡Te invito! No tengo mucho dinero pero da igual, ¡ah! ¿Te imaginas si nos toca en la misma clase? ¡Eso tiene que ser genial Romano! -Sacó una mano de su bolsillo y acarició el pelo de Lovino con ternura, pero apartó la mano rápidamente por miedo a que Lovino empezara a rechistar con sus acciones cariñosas- ¡Me sentaría a tu lado!

Salieron del invernadero y Antonio se apoyó en una columna de este mientas miraba como el italiano cerraba la puerta, no podía dejar de sonreir, ¡lo quería tanto! ¡Y era tan lindo! Eso tampoco dejaría de pensarlo, jo...tanto, pero, tanto tanto tanto tanto tanto...

-AY, LOVI, JODER, ERES MUY LINDO- En un ataque de amor abrazó al italiano y comenzó a balanzearse de un lado a otro mientras lo apretaba mucho contra su cuerpo- fusosososos lindo lindo lindo liiiiinnndoooo~ - Lo levantó en el aire y dio unas pequeñas vueltitas para volver a dejarlo en el suelo- Lo siento, ¡¡eres demasiado lindo Lovi!!...¡¡DAME UN BESITO!!- ¡wtf!